El término fídula se utiliza indistintamente para todos los instrumentos cordófonos medievales de arco que solían tener de 3 a 5 cuerdas. También se les denomina Vielle, Viela o Viola
Este modelo de 4 cuerdas está construido en copia de la escultura de la catedral de Chartres, Francia (siglo XII) y similar a otros modelos del siglo XII en forma en 8. La caja de resonancia se compone de dos círculos unidos y reforzados por dos cuñas. Las tapas, a diferencia de las fídulas ovales, son planas.
La forma que caracteriza a este instrumento, la del ocho, puede estar relacionada con la simbología bíblica del número 8 que refleja una nueva vida, es decir, la Resurrección, comienzo de una nueva vida en el ser humano, así como la propia resurrección de Cristo (en el primer día de la semana, de lo que se deduce que lo hizo el octavo día) y las ocho restantes que aparecen en la Biblia.
Las violas o fídulas tuvieron un resonador y un mango independiente a partir del s.XII. El puente del instrumento al principio era recto, pero luego se construyó redondo para que el arco pudiese frotar las cuerdas más fácilmente. El mástil era corto y a veces alcanzaba la longitud del resonador. Son característicos los oídos en forma de C orientados hacia dentro. El cordal era independiente y las cuerdas eran de tripa. Las clavijas estaban colocadas hacia abajo, es decir asoman su cabeza por la reverso del clavijero, a diferencia de la viola oval de 5 cuerdas.
Esta fídula permite una sonoridad más abierta que la vihuela de arco, con un sonido más penetrante ideal para interpretar danzas o melodías cantadas.