La creación del fonógrafo por T. Edison en 1877 permitió la grabación de sonidos mediante un surco en un cilindro de cera. Para que esta grabación fuera efectiva, la fuente sonora, ya sea un instrumento musical o una voz, debía tener un volumen considerable. Sin embargo, este no era el caso del violín, cuyo sonido no era lo suficientemente fuerte.
Para abordar este problema, en 1899, el ingeniero John Matthias Augustus Stroh buscó una solución innovadora. Solicitó una patente para un diseño que mejoraba notablemente la direccionalidad del sonido del violín, haciéndolo adecuado para la grabación fonográfica. Su diseño fue patentado el 4 de mayo de 1899 bajo la patente británica GB9418, titulada "Mejoras en violines y otros instrumentos de cuerda", y aceptada el 24 de marzo de 1900. La patente describía el uso de un diafragma de metal plano (aunque también se mencionaban otros materiales) dentro del violín para amplificar el sonido de forma mecánica. Posteriormente, el 16 de febrero de 1901, Stroh solicitó una patente adicional en el Reino Unido (GB3393), titulada "Mejoras en los diafragmas de fonógrafos, instrumentos musicales y dispositivos similares para la producción, grabación y transmisión de sonido", que fue aceptada el 14 de diciembre de 1901. Esta segunda patente expandía el concepto original, introduciendo un resonador cónico con corrugaciones en su borde, lo que permitía un diafragma más rígido.
Las propuestas de Stroh resultaron en modificaciones significativas al diseño clásico del violín de madera, dando lugar al nacimiento del violín Stroh:
Una estructura rígida sustituyó a la caja de resonancia tradicional, con el único propósito de sostener y afinar las cuatro cuerdas del instrumento.
Se ajustó el movimiento del puente para favorecer su rotación alrededor de un eje paralelo a las cuerdas.
El puente se conectó a una membrana situada entre las cuerdas y una bocina acústica, que amplificaba el sonido.
El puente del violín Stroh estaba diseñado para oscilar lateralmente, fijado sobre un eje. La fricción del arco sobre la cuerda producía vibraciones que se transmitían al puente y, de ahí, a la membrana. Este movimiento rotacional del puente se convertía en un movimiento traslacional de la membrana, similar al de un pistón.
Todos los componentes del diseño acústico-mecánico del violín Stroh tenían como objetivo permitir la oscilación de la membrana. Esta membrana funcionaba como un altavoz, siendo ligera y rígida para lograr el equilibrio adecuado. Las vibraciones de la membrana movían la columna de aire interna de la bocina, produciendo una radiación acústica muy direccional, comparable a la de una trompeta o un trombón.
Debido a la alta direccionalidad de este dispositivo, los músicos tenían dificultades para escuchar su propio sonido. Para solucionar esto, Stroh añadió una bocina secundaria más pequeña para proporcionar retroalimentación de sonido al músico. Esta característica hacía que el violín Stroh fuera mucho más fácil de grabar con un fonógrafo en comparación con el violín clásico.
El violín Stroh era un instrumento costoso. En 1911, los comerciantes londinenses Barnes & Mullins lo vendían por nueve o doce guineas, en una época en la que un violín de fábrica razonable costaba alrededor de dos guineas. Se consideraba especialmente adecuado para su uso en pequeños teatros y salas de música.