Construido en 1831 por Maline, este modelo de violín sigue el modelo inventado y patentado por François Chanot en 1818.
François Chanot aprendió a construir violines en el taller de su padre en Mirecourt, Francia. Después de servir en la marina francesa, regresó al taller de su padre en 1815 y comenzó a experimentar con la fabricación de violines según las últimas teorías acústicas. Se mudó a París alrededor de 1818, justo cuando presentaba su modelo de violín sin esquinas.
Pidió a Nicolas Simoutre, a quien conoció en el taller de Nicolas Lupot, que se encargara de la fabricación, pero Simoutre, que acababa de abrir su taller de luthier de guitarras en Mirecourt, rechazó la propuesta. Le aconsejó a un joven luthier de Mirecourt, que fue contratado para esta producción: Jean-Baptiste Vuillaume, quien inició así la inmensa carrera que sabemos que tuvo. Esta “guitarra de violín” tuvo mucho éxito y ganó en concursos de sonido, en particular frente a un Stradivarius. François Chanot, restituido en sus funciones políticas, regresa a París. Los lauderos de Mirecourt, siempre dispuestos a asumir una nueva demanda de bellos instrumentos, fabricaron este modelo “Chanot” hasta los años 1828/30. Después de esta fecha la moda pasó y el violín-guitarra cayó en el olvido.
Inspirado en la guitarra, el cuerpo del instrumento atiende, según su creador, al de un violín sin esquinas ni bordes, lo que permite que el volumen sonoro sea el mismo que el de un violín. Los oídos del instrumento pierden la forma de F del violín tradicional lo que aporta más cantidad de fibra recta de la tapa superior que vibra sin interrupción. Su modelo también tenía una voluta doblada hacia atrás, alejada del diapasón y por último prescinde del cordal sujetando las cuerdas a la propia tapa superior del violín como en las guitarras.